sábado, 5 de octubre de 2013

Por Qué No Creo En El Ecumenismo


Nunca he estado a favor del ecumenismo y no porque no creo en la unidad de la iglesia sino precisamente por eso mismo.

El ecumenismo es sencillamente el tratar de formar una unidad espiritual sobre bases humanas, tratando de llegar a acuerdos entre las iglesias a pesar de que creen cosas diametralmente opuestas.

Yo no puedo estar de acuerdo, por ejemplo, en tener una unidad con la iglesia católica, cuando el fin que tienen es llevar a los evangélicos finalmente dentro de su redil.

Como podría estar de acuerdo con los adventistas, si ellos dicen que solo los que adoran en sábado serán salvos y que los que adoramos en domingo tenemos el sello de la bestia.

Como podría estar de acuerdo con los mormones cuando ellos tienen un libro al que le dan la misma autoridad que la Biblia.

Como estar de acuerdo con los Testigos de Jehová cuando niegan la deidad de Cristo y dicen que el Espíritu Santo es una fuerza.

Y que decir de famoso "dialogo interreligioso", que es el dialogo con las religiones no cristianas.

Como voy a aceptar sus creencias cuando Jesús me mando predicarles.

Como voy a tener dialogo con los musulmanes cuando ellos imponen su religión con la espada.

Como creer las doctrinas hinduísta cuando tienen más de 300 millones de dioses.

Siempre he creído que este famoso movimiento ecuménico finalmente será una fachada para la aparición de la Gran Ramera del Apocalipsis.

Lo que si debemos de darnos cuenta es que ya existe una unidad espiritual en la iglesia; como dice en 1 Corintios 12 los creyentes formamos parte de un cuerpo, el Cuerpo de Cristo.

1 Corintios 12:12-14
12  Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.(B) 
13  Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 
14  Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 

Todos los creyentes nacidos de nuevo formamos este cuerpo, hemos sido bautizados dentro de él y hemos recibido el Espíritu Santo.

En Romanos 11, Pablo nos dice que los creyentes hemos sido injertados dentro de la vid, es decir hemos venido a ser parte del pueblo de Dios.

El hecho de estar injertados dentro del Cuerpo de Cristo y de haber recibido un mismo Espíritu es una muestra que ya tenemos una unidad espiritual y no tenemos necesidad de lograrla por medio de organizaciones humanas. Solo debemos entender quienes somos y lo que tenemos.

Por otro lado, yo no tengo porque buscar unidad con gente que pertenece a religiones u organizaciones que van en contra de lo que dice la Biblia. 

2 Corintios 6:14-18
14  No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 
15  ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 
16  ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo:  Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. 
17  Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; Y yo os  recibiré, 
18  Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.

Los creyentes nacidos de nuevo somos una gran familia, somos hijos de Dios y hermanos en Cristo.

Por eso, llámenme fanático, llámenme radical, llámenme cuadriculado, llámenme como quieran, pero no creo que el ecumenismo sea un movimiento que viene de parte de Dios.

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